A lo largo de nuestra trayectoria como una consulta de psicólogo en Madrid, hemos observado que la mayoría de las personas, se toma al pie de la letra los pensamientos que sus mentes les lanzan, y ¿qué consecuencias tiene eso? Muchas veces, nos encontramos sin entender bien por qué, sintiéndonos mal, agobiados, tristes, enfadados…etc. En infinidad de ocasiones, esto se debe a que nuestras mentes nos lanzan pensamientos, que nosotros nos creemos como si fuesen una verdad absoluta, cuando en realidad no lo son.
Un ejemplo: “Una mujer va a recoger a la puerta del colegio a sus hijos, y mientras espera, observa a un grupo de madres hablar, su mente, le empieza a lanzar pensamientos del tipo: “seguro que están pensando que siempre estoy sola esperando en la puerta, que no tengo amigas; en realidad deberían saludarme ellas; que poco amables por no decirme nada, y por no incluirme en su conversación...” Tras varios pensamientos como éstos, esta mujer, acaba sintiéndose triste, y frustrada, todo, porque no ha dudado de sus pensamientos, los ha creído como si de la realidad se tratase.
Desde fuera, podríamos decir, que hay muchas otras explicaciones por las que el grupo de mujeres de la puerta, no se ha acercado a ella a hablarle. Podría ser porque no la conocen, o porque ella tampoco las saludó nunca, o porque ni siquiera se han fijado en que está sola. Esta situación, en la que nuestras mentes nos dan una explicación y la creemos a pies juntillas, la llamamos en psicología fusionarse con los pensamientos. Cuando eres capaz de ver el pensamiento como lo que es, un pensamiento que tu mente te lanza, logras distanciarte de él, y quitarle el valor que le damos normalmente. Es decir, si esta mujer del ejemplo, hubiese tomado el pensamiento como tal, se hubiese ahorrado el malestar posterior, y quizá se hubiese acercado a saludar y charlar con las otras mujeres. Una forma de distanciarse sería diciéndose, “mi mente me está contando que esas madres seguro que piensan que siempre estoy sola esperando”.
La verdad es, que no sabemos lo que piensan las mujeres que estaban en la puerta, pero nuestra protagonista, al creerse ese pensamiento, no se atreve a acercarse a las otras madres para charlar, que en realidad es lo que le hubiese gustado. Es decir, acaba alejándose de llevar la vida que le gustaría llevar, en este caso sería alejarse de hacer amigas que sean madres de los amigos de sus hijos.
Otros ejemplos pueden que puede ponerte una consulta de psicólogo en Madrid es cuando nuestras mentes nos lanzan pensamientos del tipo: “seguro que esa mujer no se fija en mi porque no soy lo suficientemente atractivo”, o “no puedo hacer tal cosa porque es muy difícil”, o “seguro que me mira porque llevo el pelo horrible”…etc.
Desde Instituto Psiquiátrico Ipsias os animo a que identifiquéis los pensamientos con los que estáis fusionados, y así mirarlos desde la distancia y no dejar que os alejen de la vida que os gustaría llevar.